Hace un siglo, Don Juan Bautista Gutiérrez abrió una pequeña tienda en el municipio de San Cristóbal, Totonicapán, en Guatemala.
En las siguientes décadas fundó varios negocios hasta constituir Corporación Multi Inversiones (CMI), compañía que hoy tiene presencia en 15 países y de cara al futuro planea continuar su expansión hacia la región Andina y el Caribe.
El reto está en hacerlo sin perder su esencia de empresa familiar y contribuyendo a la competitividad y al desarrollo sustentable de la región, así como al de las zonas en las que opera, lo mismo en negocios relacionados con alimentos, que en proyectos inmobiliarios y energéticos.
El abanico que crece
Esta compañía, comandada por la tercera generación, ha crecido a un ritmo de 10% anual en los últimos 40 años. En la actualidad tiene más de 45,000 colaboradores en ubicaciones como Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, México, Ecuador, Estados Unidos, España e Italia.
Mediante sus dos Agrupaciones de negocios (CMI Alimentos y CMI Capital), cuenta con molinos de harina de trigo, producción de pasta y galletas; producción avícola y porcícola, al igual que procesados y fabricación de embutidos; alimentos balanceados para animales y mascotas; y restaurantes como el emblemático Pollo Campero.
También posee proyectos de generación de energía renovable, desarrollos inmobiliarios y negocios de servicios financieros.
Recetas para triunfar
En buena medida, la fórmula del éxito de esta empresa centenaria está en su capacidad de innovación, pero también en la de adaptarse a los nuevos mercados, pues como parte de un proceso de prueba y error ha aprendido que no puede simplemente replicar sus productos en los distintos mercados.
“En CMI estamos convencidos que lo único constante es el cambio, por lo que la búsqueda permanente de nuevas oportunidades, promover el emprendimiento y tener la flexibilidad para adaptarnos, características de nuestro fundador, nos ha permitido transformar oportunamente los negocios, siempre aprovechando nuestra experiencia en los mercados donde operamos, pero atendiendo a las necesidades de un mundo global con requerimientos nuevos a cada instante”, explica Juan José Gutiérrez Mayorga, presidente chairman de CMI Alimentos.
De hecho, esta compañía ha utilizado la tecnología para estar más cerca del cliente y entender sus necesidades, algo que muchas veces olvidan las empresas en la medida en que creen que están mejor posicionadas.
Innovación con sentido humano
“Tenemos claro que no se trata de romperse la cabeza o gastar millones para innovar, basta con utilizar las herramientas de mejor manera, cambiar la forma de hacer las cosas, mejorar los procesos y la presentación de los productos. Enfocarnos en lo que tenemos por ganar al realizar los cambios y no lo que tenemos que perder”, argumenta Gutiérrez Mayorga.
A pesar de que hoy es una multilatina, los directivos de la compañía saben que deben mantener su esencia.
En este sentido, tienen la misión de conservar valores como la responsabilidad, la excelencia, la integridad y el respeto.
“Este sistema de gobernanza, cuyo corazón está en nuestra oficina corporativa, está enfocado en asegurar que cada uno de nuestros negocios se enfoque en fortalecer su presencia en el mercado, pero siempre con la misma esencia familiar que nos caracteriza desde hace 100 años”, indica Juan Luis Bosch Gutiérrez, presidente chairman de CMI Capital.
Por eso, para el directivo es importante la búsqueda constante de nuevas oportunidades.
“Pero sobre todo de oportunidades que promuevan mejores condiciones de vida para las sociedades donde operamos, y contribuir así al desarrollo sostenible de las mismas. Buscar transformar esas sociedades integralmente en modelos más inclusivos y accesibles para todos, y en especial contar con buenos equipos”, puntualiza.
Para alimentar al mundo
CMI Alimentos tiene una meta retadora: casi duplicar el negocio en los próximos cinco años, proceso que implicará un crecimiento de entre 10% y 15% anual.
Cabe mencionar que el 70% de este objetivo tendrá lugar de manera orgánica y que estará apalancado en innovación y conocimiento del cliente y de los consumidores. El otro 30% estará basado en un plan de adquisiciones con un horizonte de cuatro o cinco años.
“Dentro de esto, algo fundamental es el tema de innovación, de transformación de nuestros modelos operativo y de negocio para ser más eficientes, pero también para poder tener nuevos canales que nos permitan llegar a nuestros clientes y consumidores de una manera más efectiva”, explica José Gregorio Baquero, ceo de CMI Alimentos.
Como parte de este proceso, desde el mes de enero opera la Unidad de Negocios B2B, integrada mediante la fusión de Molinos Modernos, Harinas, y Alimentos y Consumo. Esta área produce alimentos balanceados para animales, así como harinas de trigo y de maíz que venden a panaderías, industrias y tortillerías.
A esto hay que agregar subproductos que resultan de los procesos de molienda (como salvadillo, granillo, germen y corazón de trigo), los cuales también comercializan.
“La búsqueda permanente de nuevas oportunidades, promover el emprendimiento y tener la flexibilidad para adaptarnos, características de nuestro fundador, nos ha permitido transformar oportunamente
los negocios”
Juan José Gutiérrez Mayorga
CMI Alimentos
Además de generar ventas a terceros, esta unidad abastece a otras áreas de la empresa, como alimento para los pollos y cerdos que crían, así como insumos para las pastas y galletas. Así, busca dar soluciones y propuestas de valor al cliente, más allá de simplemente vender consumibles.
Nuevos horizontes
CMI Alimentos contempla un fuerte plan de adquisiciones para el próximo lustro, el cual comenzó a vislumbrarse hace algunos años, cuando la Unidad de Negocios Inversiones Estratégicas decidió incursionar en Ecuador y Panamá.
En 2019 llevó a cabo una inversión en la empresa Toledano, líder en la industria avícola del país canalero, a través de La Estancia, una plataforma de inversión y gestión conformada por las familias Bakker y Gutiérrez, que adquiere y transforma empresas líderes en proteína animal en la región andina y Panamá.
De manera previa, en junio de 2017 realizó una alianza estratégica al adquirir el 50% de participación de PRONACA, la mayor empresa de alimentos de Ecuador, con lo que impulsará el crecimiento pecuario, pues cuenta con áreas como proteína avícola y piscícola, alimentos balanceados, embutidos, mascotas, y salsas y conservas.
“Al final, nosotros en Latinoamérica, a medida que los países vayan progresando, debemos consumir más proteína y una de las proteínas más asequibles y amigables al ambiente es básicamente la avícola, la pecuaria, y ahí vemos una grandes oportunidades. Por eso hemos entrado en esos dos países”, explica Baquero.
Adicional a eso, ve una oportunidad de migrar hacia productos de mayor valor agregado y especializados, así como de crecer en embutidos, congelados y formados (carne picada y compactada).
50 años de Pollo Campero
La Unidad de Negocios Restaurantes Centroamérica cuenta con establecimientos propios en Guatemala, El Salvador y Costa Rica, así como con franquicias en Honduras y Ecuador.
Pollo Campero, fundado en 1971, es su marca emblema. La compañía también cuenta con un formato de pollo frito para llevar: Pollo Granjero (Guatemala y Costa Rica) y Don Pollo (El Salvador).
Pollo Campero es una marca que cada cinco o 10 años se reinventa. A pesar de mantener su misma esencia siempre está en un proceso de innovación de los formatos de los restaurantes, sus productos y su tecnología, como por ejemplo una serie de apps y canales digitales.
Su arraigo es tal, que en 2006 comenzó su expansión a Asia (Bahréin, de donde salió en 2019), Europa (España e Italia) y Estados Unidos (donde está desde 2002).
Marca de exportación
De hecho, la Unidad de Negocios Pollo Campero USA es una de las grandes apuestas de CMI Alimentos. En un inicio fue una marca nostálgica, pero la empresa pretende convertirla en un jugador relevante en la Unión Americana.
Actualmente cuenta con 79 restaurantes y es una de las marcas medianas con mayor potencial de crecimiento en su segmento, por lo que su objetivo es duplicar su número de locales en los próximos cuatro o cinco años.
Una vez que se consoliden las empresas que tiene en la actualidad, en un horizonte de entre tres y ocho años, CMI Alimentos analizará su expansión hacia otros mercados de la región andina. La idea es que esto ocurra alrededor de las 28 líneas de negocios que ya tiene.
Inversiones sustentables
El otro brazo de la empresa es CMI Capital, el cual engloba las Unidades de Negocios Energía (proyectos renovables de generación eléctrica), Multi-proyectos (desarrollos inmobiliarios) y Finanzas (especializada en habilitar de recursos al grupo).
Con el paso de los años, esta área de la compañía se ha convertido en el generador privado de renovables más grande de Centroamérica, con una capacidad instalada de 861 MW (incluyendo República Dominicana). Con esto, se evita la emisión de más de 1 millón de toneladas de CO2 al año.
En otras fronteras
Hoy, la Agrupación de Negocios tiene presencia en Guatemala (hidroeléctrica), El Salvador (solar), Honduras (eólica y solar), Nicaragua (eólica), Costa Rica (energía eólica) y República Dominicana (solar).
En Guatemala, Hidroeléctrica Renace consolidó un aporte de aproximadamente 16% del consumo eléctrico nacional, lo que ha implicado una inversión de aproximadamente 800 millones de dólares (mdd) en 25 años.
“Hoy día vamos a seguir creciendo geográficamente más allá de la región centroamericana y del Caribe, vemos con muchísimo atractivo algunos mercados, desde la perspectiva de CMI Capital en los lugares donde todavía no estamos. Y vemos con mucha atractividad también el crecimiento y expansión geográfica en la región andina de Sudamérica”, describe Enrique Crespo, ceo de CMI Capital.
Por ejemplo, hay potencial en sitios donde ya opera CMI Alimentos, pues esto haría más sencilla la incursión. Este es el caso del sector de energía renovable de Panamá.
Además, hay interés en Ecuador, donde ven oportunidades para capturar valor en el sector de energías limpias, en el que ya cuentan con un modelo replicable y expandible geográficamente, tanto para el desarrollo orgánico, como para llevar a cabo adquisiciones.
“Pero sobre todo [estamos en la búsqueda] de oportunidades que promuevan mejores condiciones de vida para las sociedades donde operamos y contribuir así al desarrollo sostenible de las mismas”
Juan Luis Bosch Gutiérrez
CMI Capital
Esto significaría su incursión en la región andina, en la que podrían explorar oportunidades concretas en los próximos tres o cinco años. También encuentran atractivo en Colombia y Perú.
Otro sitio con potencial para la empresa es República Dominicana, donde adquirió la planta solar en Mata de Palma.
“Creemos que hay mucho por hacer ahí, antes de empezar a considerar otras plazas en el Caribe, que quizás son un poquito más pequeñas”, argumenta Crespo. Algunos sitios identificados son Puerto Rico y Trinidad y Tobago.
Tabique a tabique
Por otro lado, la Unidad de Negocios Multi-Proyectos se enfoca en el desarrollo inmobiliario de Guatemala. A lo largo de sus más de 25 años, esta área ha superado el millón de metros cuadrados de viviendas y centros comerciales construidos.
Actualmente cuenta con 13 centros comerciales en todo el país y atiende a más de 600 comercios pequeños y medianos (arrendatarios).
Ha comercializado cuatro proyectos corporativos que representan 1,200 oficinas; el más icónico es Zona Pradera, en la Zona 10 de Ciudad de Guatemala, en donde están muchas de las oficinas de CMI.
A esto hay que agregar que en este tiempo suman 13 proyectos de vivienda, de los cuales cuatro están en comercialización.
Pradera en Zacapa es el centro comercial número 12 de Multi-Proyectos. Este desarrollo tiene más de 69 locales comerciales y 20 quioscos en una extensión de 14,800 m2, así como un área verde superior a 1,500 m2; requirió una inversión de 16 mdd y fue inaugurado en octubre del año 2019.
Aportando espacios
El otro gran proyecto es Pradera Vistares, ubicado en la ciudad capital. Se trata de un proyecto comercial mixto que incluye dos torres de apartamentos (en entrega a los propietarios) y el centro comercial Pradera Vistares (inaugurado en el mes de noviembre de 2019); su inversión suma 70 mdd.
Además, está en desarrollo un edificio de apartamentos ubicado en Zona 10 de Ciudad de Guatemala denominado IQ10, cuya entrega está prevista para el segundo semestre de 2022.
Por otro lado, San Isidro 2021 torre II está en fase de construcción e iniciará entrega a partir del último trimestre de este año. Los proyectos de vivienda han estado dirigidos a Ciudad de Guatemala, mientras que la parte comercial ha ido a otras ciudades guatemaltecas.
Por ahora no hay planes de incursionar en otros territorios, por lo que CMI Capital está enfocada en consolidarse en el país del quetzal, aunque no descarta hacerlo en un mediano plazo en otros sitios de Centroamérica.
También está sobre la mesa la incursión en vivienda social e infraestructura vial.
En los mercados de capitales
Muchos de los proyectos inmobiliarios y de energía no serían posibles sin la unidad Finanzas de CMI Capital, encargada de la habilitación financiera para el crecimiento de la empresa.
Actualmente se nutre sólo de los recursos de los accionistas y de los negocios de CMI, por lo que su reto será diversificar las fuentes de fondeo, para fortalecer la base patrimonial de los proyectos y los negocios, y por lo tanto a las inversiones.
“Nos vemos en los siguientes años en los mercados internacionales de deuda [como Nueva York]. La decisión sobre la puesta a disposición de los mercados de capital de acciones de la compañía no la veo en el corto plazo, pero el grupo está ya listo para acceder a los mercados de capitales internacionales”, asegura Enrique Crespo.
A lo largo de sus 100 años, CMI ha demostrado su capacidad de adaptación y de leer las nuevas oportunidades, así como de impactar a la comunidad. Y precisamente estas características de su ADN serán vitales para alcanzar el éxito en su expansión hacia Estados Unidos, la región andina y el Caribe.
Fuente Forbes Centroamérica