Pollo Campero, una franquicia exitosa.

marzo 8 2018

“Muchos modelos de franquicia fallan porque hay mucho entusiasmo sin construcción de marca, y la marca es el valor que una empresa le está vendiendo a una franquicia”. Las palabras son de Rodrigo Del Cid, gerente de mercadeo de Pollo Campero para Guatemala y El Salvador.

Pollo Campero: Receta, formato y socios

Lo que inició como una estrategia para atender la nostalgia del mercado migrante en Estados Unidos hace 15 años, es hoy un exitoso modelo con 77 restaurantes de Pollo Campero en ese país, una de las franquicias que ha sido embajadora del país en el extranjero.

Aunque no ha agotado su expansión en el país, el crecimiento de esta empresa con el modelo de franquicias en el extranjero es parte de su plan de desarrollo estratégico. Y, ahora es la franquicia guatemalteca de mayor cobertura global.

¿Qué es lo que ha hecho la marca que está a tres años de cumplir medio siglo en el mercado?

Para empezar, el abastecimiento. La receta del empanizado, que ha sido parte del éxito del producto, se abastece del mismo proveedor a todas las tiendas en todo el mundo.

Campero tiene una cadena de suministro con proveedores locales que puedan abastecer a una cobertura como la de Estados Unidos con grandes superficies y distancias entre un lugar y otro.

En este sentido, han entendido el paladar extranjero, adaptando los menús a cada mercado con una receta de pollo tradicional, a la parrilla y “crispy”, aspecto que atrae a los consumidores. Para Estados Unidos tiene “innovaciones de raíces latinas” como empanadas de pollo y complementos de yuca, plátano, arroz y frijoles negros.

Actualmente, tiene operación en siete países de Latinoamérica, además de España, Asia, y Medio Oriente. En total, a febrero del 2018 se llegó a 345 restaurantes (131 en Guatemala y 214 en el resto de países).

En segundo lugar, hay diferentes formatos de tiendas. La información la confirman a Prensa Libre Rodrigo del Cid, gerente de mercadeo de Pollo Campero (en Guatemala y El Salvador) y Federico Valiente, gerente de mercadeo de Pollo Campero Internacional (PCI).

En Estados Unidos, por ejemplo, tienen tres:

Free Standing Unit: Es un modelo de restaurante que se puede instalar de forma individual y que no necesariamente requiere de un ancla comercial o estar ubicado en un área para poder funcionar. Usualmente tiene todos los canales de servicios de mesa y de llevar, autoservicio, algunos tienen área infantil y su propio parqueo.

End Cap y el End Line: estos están usualmente asociados a áreas comerciales. Este último está dentro de los diferentes negocios de un centro comercial, por ejemplo. Los rangos de inversión necesaria en Estados Unidos van desde US$900 mil para los End Cap y el End Line y US$1.2 millones para un Free Standing Unit.

Un tercer punto es que no colocan en manos de cualquiera la marca. Es decir, en palabras de Del Cid, es crucial encontrar a los franquiciatarios adecuados que no solo tengan los recursos financieros para poder tener un restaurante, sino que lo manejen bien en términos de cultura de lo que es la marca y el producto.

Los inversionistas deben estar personalmente involucrados en el crecimiento y desarrollo de marcas en sus territorios y compartir la visión de Pollo Campero y la pasión por la marca.

Por último, la estrategia de mercadeo también ha traído réditos. Para Olga Camey de Noack, experta en comportamiento del consumidor de la Universidad Rafael Landívar, Pollo Campero ha realizado cambio de imagen para posicionarse internacionalmente, como las modificaciones en el logotipo, el rediseño en las instalaciones con un concepto más global (colores, espacios, mobiliario), y menciona la adecuación de la cartilla de menús.

Del Cid y Valiente, ejecutivos de Pollo Campero y PCI, brindan recomendaciones para los que proyectan tener su propia franquicia en el extranjero:

Para quien quiera invertir en una franquicia

  1. Entender qué tipo de crecimiento trae en los últimos años la marca o la franquicia, no observar solo el comportamiento en el último año, sino también entender las tendencias.
  2. Analizar los niveles de inversión necesaria.
  3. Entender las tendencias de consumo y la industria y si la propuesta de la marca que esté evaluando es coherente con lo que es atractivo para el mercado internacional.

Con información de: Prensa Libre